El pasado jueves tuvimos la oportunidad de hablar con Concepción Yagüe Olmos. Por Zoom, por supuesto, ya que ella reside en España, actualmente es jubilada, pero fue durante toda su carrera como psicóloga una de las piezas fundamentales en la investigación del contexto de encierro en su país, y partícipe necesaria. Charlamos sobre las similitudes y diferencias entre sistemas de ambos países, así como las problemáticas que atraviesan las mujeres en prisión, su especialidad. Repasamos su carrera, y también su visita por Latinoamérica (donde pasó por la sede Casa Libertad), del año pasado.

Concepción fue durante gran parte de su extensa trayectoria la Directora del Centro Penitenciario de Mujeres de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Institución que hoy está a punto de cerrar, para convertirse en un centro psiquiátrico: “Siempre que faltan recursos, a las mujeres se las relega. Por eso, se optó por lo más fácil: poner a las mujeres en un módulo, dentro de una institución de hombres. En su momento fue una institución modelo. Pero al no ser muchas mujeres las que están allí, optan por cerrarlo. Es como volver a otro tiempo”, cuenta.

Con respecto a su carrera, cuenta que de alguna manera se encontró con el mundillo de la prisión:

“En la época en la que terminé de estudiar psicología, escaseaban los lugares para que una mujer pueda trabajar, y esta fue la puerta abierta que encontré y jamás abandoné. Me eché de cabeza. En el sector privado, a inicios de los ochenta, era casi imposible que tomen a una mujer. Al principio comencé a trabajar con jóvenes adultos, y luego apareció la posibilidad de armar el Centro Penitenciario de Mujeres de Alcalá de Guadaira, donde madres con niños podrían tener un lugar propio”.

Sobre el comienzo del Centro Penitenciario, comentó:

“Fue surreal y muy hermoso. De un momento a otro, me designaron para formar mi propio equipo de gente para trabajar desde el principio. Fueron muchísimas las dificultades, pero fue un gran proyecto. Articulamos los módulos y comenzamos a trabajar con esta población. Este Centro fue casi mi tercer hijo, porque realmente renuncié a seguir teniendo familia para abocarme a este proyecto, a especializarme en mujeres que maternan privadas de libertad”.

Concepción tiene varias publicaciones, entre ellas una que se llama “Madres en prisión, historias de las cárceles de mujeres”. Allí narra la historia de los inicios de estos centros especializados en mujeres, en su país.

España, en materia de políticas de contexto de encierro, ha avanzado de manera trascendental en los últimos treinta años. Fruto de estas políticas, es que Concepción fue designada como Directora del Centro. Ella es piscóloga, y cuenta cómo de un tiempo a esta parte se comenzó a modernizar el sistema carcelario a raíz de la contratación de equipos técnicos profesionales.

“El país ha evolucionado. Dio un salto cualitativo en esta materia. En el año 1989, se modificó la ley, con una mirada más progresista. A partir de allí, la intervención tratamental y la educación pasan a ser un aspecto central. Entonces comenzaron a construir “centros tipo”, por fuera de las ciudades. He visto algunas también en Argentina y todo Sudamérica. Es aquí donde hay talleres, espacios deportivos. A partir de allí, la intervención se modificó, y comenzaron a crearse equipos técnicos con educadores, psicólogos, trabajadores sociales, juristas, y demás”.

De ese modo, se pudo intervenir profesionalmente con problemáticas puntuales, como violencia de género, delitos violentos, discapacidad, drogas, enfermedades, entre otros.

Estas políticas trajeron consigo un cambio de la población carcelaria:

“Por supuesto que ha cambiado. Es decir, se han hecho delitos cuestiones que antes no eran tanto. Un ejemplo claro es la violencia de género. Hace unos años no tenía sanción penal. Ahora es distinto. Han bajado también los delitos contra la salud pública. El perfil de los años ochenta era gente con drogas, y demás. Ha cambiado la cultura. Estos programas de los que hablamos han bajado la reincidencia. Pero también ha cambiado mucho. Por ejemplo, hoy tenemos muchas mujeres que vienen de distintos puntos del mundo con drogas consigo”.

Al respecto de cómo vio los sistemas penitenciarios de, sobre todo, Argentina, Uruguay y Chile, comentó que “están de alguna manera como nosotros, hace treinta años. Y esto no es algo malo de decir. Todo lo contrario. Las políticas no distan entre los países. Es una evolución que hay que pasar, y que se la tienen que crear los políticos, sobre todo, para que faciliten recursos para acondicionar o construir de cero nuevos centros tratamentales”.

Es que Concepción, en calidad de experta en política penitenciaria con enfoque de género, visitó nuestro país a mediados de noviembre, como parte de una comitiva de ONG’s en el proyecto financiado por la Unión Europea llamado: “Desarrollo personal, social e institucional sostenible para mujeres privadas de la libertad”. Entre tantas visitas, pudimos mostrarles nuestro trabajo aquí en la ciudad de La Plata, y compartir experiencias con instituciones de España y Uruguay. Concepción Yagüe visitó algunas cárceles de la provincia, se entrevistó con Xavier Areses, jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense.

“Son evoluciones necesarias, para obtener resultados. Es necesario tener el sistema automatizado, tener manuales, saber con quién se va a tratar, contar con el equipo técnico suficiente para individualizar los casos de las personas privadas de libertad. Claro que lleva tiempo. Aquí fueron treinta años, tal vez un poco más, pero nada se hubiese podido hacer sin voluntad política”, sentenció Concepción, que además fue docente y asesora en Políticas Públicas.

Agradecemos su tiempo, y sus reflexiones a raíz de su visita a nuestro país. Esperamos volver a cruzarnos pronto!